Vidrio inteligente, ladrillos ecológicos, madera, grafeno, paja e incluso hongos para absorber el ruido. La carrera por la construcción sostenible ha comenzado y el presente se reviste de materiales innovadores pero, a la vez, eficientes y duraderos. Estos avances estimulan una nueva arquitectura más respetuosa con el medio ambiente y consciente de sí misma. El impulso por la innovación es un pilar básico en la construcción moderna. En 2023, las tendencias apuntan hacia la sostenibilidad y a los avances relacionados con la mejora del rendimiento energético de las viviendas, que incluyen la implementación de sistemas inteligentes y la domótica capaz de automatizar los procesos. Son las llamadas casas eco-friendly, aquellas que combinan las últimas tecnologías con aislamientos naturales, pinturas ecológicas, techos solares o sensores integrados en las paredes.
Nuevos materiales de construcción
La construcción normativa de edificios se ha basado, tradicionalmente, en materiales como hierro, hormigón y ladrillos. Sin embargo, universidades y centros de investigación trabajan en el desarrollo de nuevos componentes más eficaces y respetuosos. Las posibilidades son casi infinitas, aunque destacamos una serie de propuestas realmente originales:
- Hormigón flexible o autorreparable. El concepto, acuñado en 2015 por la Universidad Tecnológica de Delft, apuesta por un método para la reconstrucción basado en bacterias que se activan con el contacto con la humedad. Las investigaciones también pasan por el añadido de cápsulas de polímeros que rellenan las grietas.
- Fibra de carbono. Es un 75% más ligera que el hierro. Se utiliza para reforzar materiales tradicionales y, en el caso del hormigón, proporciona un gran aislamiento térmico.
- Aluminio transparente. Se trata de una cerámica con una gran durabilidad y resistencia a arañazos. En la construcción, se utiliza para ventanas, cúpulas y otros elementos que requieren transparencia.
- Revestimientos de hidrocarbón. Desarrollado por la start up berlinesa Made of Air. Su propiedad más ventajosa es que captura carbono y puede emplearse para fachadas, muebles o interiores.
- Hongos para absorber ruidos. Una interesante alternativa sostenible para mejorar la acústica de espacios interiores.
- Ladrillos fabricados con colillas. Las colillas de los cigarrillos son uno de los residuos más abundantes en el espacio público. Las investigaciones del Royal Melbourne Institute of Technology de Australia han dado como resultado unos ladrillos ostensiblemente más ligeros que permiten una mayor rapidez de instalación y menores costes de transporte.
- Baldosas recicladas con desechos de combustibles fósiles. La empresa Carbon Craft está revolucionando la fabricación de pavimentos con una gama de productos fabricada por la combustión del conocido como carbón negro.
- Granito líquido. Es un material ecológico que incluye resinas, virutas de mármol natural y cargas minerales. Este material compuesto se utiliza a menudo en trabajos de acabado.
El boom de la madera
Si tenemos en cuenta las emisiones contaminantes asociadas a los materiales de construcción, la madera es el único producto renovable, cultivado de forma natural y capaz de eliminar el CO2 de la atmósfera. No es, por lo tanto, extraña su expansión en el sector de la arquitectura. Las viviendas construidas con madera son excelentes desde el punto de vista del aislamiento, ya que otorga propiedades térmicas flexibles. Además, con un tratamiento adecuado, amortigua de manera natural la humedad sin comprometer la estructura del edificio, es resistente desde el punto de vista sísmico y tiene propiedades acústicas ventajosas.
Por si fuera poco, su producción y procesamiento utiliza menos energía y provoca una huella de carbono significativamente más baja. Las innovaciones tecnológicas en el uso de la madera como material son constantes. En estos momentos es posible incluso construir edificios con madera transparente, una alternativa natural al plástico y al cemento. Para ello, se elimina la lignina y se coloca un acrílico no biodegradable que mantiene su estructura y restaura sus propiedades. El camino creativo es imparable y, aunque plantea dilemas éticos por la incesante tala de árboles, las investigaciones ya plantean modelos de sostenibilidad en los bosques. De hecho, en Europa, el uso de madera estructural en edificación es ya una parte importante del mercado, especialmente en los países nórdicos; mientras que en EE. UU. se mantiene como el material predominante en la construcción.
Las opciones que ofrece la madera se amplían gracias a herramientas como la modelación e impresión 3D ya que, no lo olvidemos, el producto se obtiene del medio natural. La fabricación aditiva puede ser la clave en este sentido. Las compañías ya trabajan en la impresión de madera mediante la extrusión de filamentos o con el uso de procesos de lecho de polvo, un sistema en el que se utiliza un fino polvo marrón compuesto por astillas de madera que proporciona a la superficie un aspecto arenoso. Cuando hablamos de madera ecológica nos referimos a aquella que no compromete el sistema ecológico al ser sostenible, ya que se produce de manera autóctona (no ha sido exportada de otros países), es reutilizable al tener una larga vida útil y no contiene tratamientos químicos.
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